Tabernas de ayer y de siempre

Bares, que lugares, tan gratos para compartir, decía la canción. Y las tabernas, por supuesto, versión castiza de la hostelería, con el sabor añejo de paredes que han visto mucha historia, y especialidades que han sobrevivido a modas y tendencias. Uno de ellos es Casa Camacho, en la calle San Andrés, que ofrece un vermú de grifo muy apreciado por los amantes de esta bebida que vuelve a estar de moda. Calor humano, cañas bien tiradas y vermú con abundancia de frutos secos y olivas para acompañar y, ojo, una cuidada selección musical de los grandes éxitos del rock a un nivel audible.

Fuera de Malasaña, tenemos La Venencia, en la calle Echegaray, de la que Sabino dijo que era la calle con más bares de España y quizá sea verdad. En este caso, se trata de un lugar que parece sacado de una estampa costumbrista de Narciso Méndez Bringa —no dejen de ver su exposición en el MuseoABC—, con grandes barriles de finos andaluces, y madera, mucha madera. Olvídense de refrescos y cerveza, aquí se toman vinos amontillados, olorosos, manzanillas… y de picar, hay cecinas, embutidos y otros productos ibéricos. Ideal para charlas del tipo ‘los males de España’ y sentirse un Baroja, Unamuno o Azorín.

No muy lejos, en dirección a Tirso de Molina se encuentra otra de innegable sabor, que es la de Antonio Sánchez. Una de las favoritas de personalidades como el pintor Ignacio Zuloaga, que tenía allí, su tertulia, en compañía de toreros y otros tipos pintorescos. También tienen vermú del bueno y raciones de cocina tradicional: croquetas, ensaladilla rusa, albóndigas y, atención, caracoles. Pero lo mejor es ese ambiente de finales del siglo XIX que se mantiene intacto. En Mesón de Paredes, 13.

Y apunten también estas tres sugerencias: Bodegas Rossell (general Lacy, 14), por su cocina tradicional de calidad en una taberna con todo el sabor de Madrid; Stop Madrid (calle Hortaleza 9, por su amplio surtido de vinos y tostas y raciones (prueben la de torta del Casar) y Vinícola Mentridana (calle San Eugenio, 9), por concentrar el espíritu de la taberna de siempre con un toque joven.

Éstas son algunas de las más tradicionales, pero también muy cerca de nuestro hotel tenemos numerosas tabernas de todo tipo. En la zona de La Latina, por ejemplo, éstas conviven con las vanguardias gastronómicas.

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