Adiós al creador de Fray Perico y su borrico

Otro grande de la literatura tradicional nos deja. Febrero se despedía rápido, como siempre, pero triste también con el fallecimiento del escritor madrileño Juan Muñoz a los 93 años. De nombre y apellidos comunes, Fray Perico y su borrico es el legado que tan amablemente ha dejado a la literatura española.

Juan Muñoz nacía en una Madrid muy distinta a la que se conoce actualmente. Una Madrid en la que no había tantas oportunidades. A la edad de 10 años ingresó en el seminario, donde se tenía acceso a una buena educación, a las letras y a las artes. Ubicado en Ávila, salió a los 17 años porque entendió que no era su vocación.

Este escritor, de aspecto entrañable y apacible, quizá inspirado por los mundos del seminario alcanzaría la fama con su saga de Fray Perico, un fraile al que le pasaban cosas rocambolescas, muy influenciado por el Quijote, obra que a su autor le marcaría para siempre.

Juan Muñoz aterrizaba a la literatura infantil y adolescente en el momento clave, donde no había muchos títulos y se buscaban diferentes maneras de acercar la lectura a los jóvenes. La editorial Barco de Vapor, además, era la referente, con una gran capilaridad que logró colocar a Fray Perico y su Borrico o al Pirata Garrapata entre las lecturas obligadas en el colegio de aquellos niños que fueron a EGB y que son hoy los que tienen más presente a su creador.

Su primer reconocimiento fue ya en 1966 con el Premio Doncel de cuento infantil por “Las Tres piedras”. Posteriormente, en 1979 el Premio Barco de Vapor por su Fray Perico y su borrico y en 1984 el tercer premio de la editorial Gran Angular de novela juvenil por “El hombre mecánico”.

Durante toda su carrera nunca dejó de trabajar de profesor, a pesar del éxito de sus libros, lo que dice también mucho de la persona que era.

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