¿Conoces ya el Acueducto de Segovia? Date prisa, por si acaso.
Entre las ciudades cercanas a Madrid que se pueden visitar está Segovia. Quizá sea más de invierno que de verano porque Segovia es famosa por su cochinillo, un plato que entra, en realidad, mejor con el frío. Pero pasear por esta ciudad en primavera o en verano – sin un calor horroroso -, también es un placer y supone una bocanada de aire fresco con respecto a los más de 35 grados del asfalto de Madrid.
Segovia también es famosa por la Granja de San Ildefonso, a poco más de 10 kilómetros de la ciudad, conocida por sus jardines, su Palacio Real y sus judiones. Toma nota: el 25 de agosto, por San Luis, se celebra “La Judiada”, lo que hace pensar que igual el cochinillo en verano tampoco es un plato tan pesado.
El caso es que si hay un monumento en Segovia al que los turistas peregrinan y se ha convertido en símbolo de la ciudad, este es el Acueducto, datado del siglo II d. C, una de las huellas más evidentes y emblemáticas que dejaron los romanos.
Pues bien, este monumento ha cobrado gran protagonismo en las últimas semanas por una curiosa petición vía change.org. Como se puede leer, esta petición, firmada por Jesús Arroyo, un experto de comunicación que ha hecho una prueba de la Guerra de los Mundos en pleno siglo XXI, con sus redes sociales y aprovechando el alto grado de sensibilidad que existe actualmente con las herencias e idoneidad de los monumentos de otras épocas, dice:
“Pedimos que el Gobierno, sin precipitaciones pero ya sin más demoras, derribe el mayor símbolo de la represión en España: el Acueducto de Segovia; y evitar así que se sigan realizando allí homenajes y celebraciones a los opresores romanos.”
El experimento ha sido un éxito, algunos usuarios han firmado la petición, siguiendo el juego, otros, seguramente, convencidos de la necesidad imperiosa de derrumbar este monumento. El caso es que durante semanas esta extraña petición ha circulado por las redes y los whatsapps de muchísimas de personas y, por si acaso, igual merece la pena acercarse a Segovia si no se conoce el acueducto en vivo y en directo, y dejarse maravillar por su grandeza, por si acaso.
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