De jugadas de VAR, Lopetegui y Griezmann

La selección ya ha hecho las maletas y ha vuelto a España, con cara larga, mustia y triste tras haber perdido en los penaltis frente a la anfitriona. Ya se dice que los penaltis son una ruleta rusa, era evidente quién los ganaría, juas, juas.

Lo que está claro es que este Mundial pasará a la historia por el tema Lopetegui y el hecho de que LA ROJA se quedara sin entrenador a un día de que comenzara el Mundial. Algo que ha tenido la capacidad de relativizar cualquier problema de retrasos de entregas de tareas en la vida cotidiana, con un “España está peor, que no tiene ni entrenador”.

Rusia 2018, el primer mundial en el que se suma la tecnología parando todo el partido analizando las jugadas en el Var, con v, la cerveza va después, ha estado marcado en sus inicios por los dos equipos madrileños internacionales: el Real Madrid con el fichaje sorpresa de Lopetegui y el Atlético de Madrid, con si Griezmann se quedaba o con si Griezmann se marchaba – y esta vez Piqué hacía un “Se queda” de verdad, no como el año pasado con el órdago a la grande con Neymar.

El Real Madrid estrenará entrenador el nuevo curso, con la ventaja de que muchos jugadores ya le conocen bien.

Griezmann, por su parte, seguirá ilusionando a los atléticos que seguirán llenando el Wanda Metropolitano explicando por qué son del Atleti.

Cada uno a su manera, estos dos equipos llevan la ciudad de Madrid por el mundo, con sus victorias, sus derrotas y su deportividad, creando modelos de referencia para niños, ejemplos de superación para adultos y haciendo soñar a una ciudad entera, separada sólo por unos metros, los que aleja a la diosa Cibeles de Neptuno y viceversa.

El balón echó a rodar con otro entrenador, malagueño de nacimiento, pero al que todo el mundo recuerda en una de las mejores épocas del Real Madrid, ostentando el número cuatro en su camiseta. Ya, de vuelta, su futuro también se convierte en un gran interrogante. A los demás, siempre nos quedará Qtar.

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