El arte explosivo de Cai Guo-Quiang, en El Prado
¿Qué es el arte? ¿Y el metaarte? Preguntas insonsables que intenta hacer algo menos abstractas el artista contemporáneo Cai Guo-Qiang, en una obra inédita creada in situ para el Museo del Prado con la pintura y su significación como tema central.
La muestra se compone de 27 pinturas hechas con un material tan raro como explosivo: la pólvora, ocho de ellas realizadas en el Salón de Reinos de la pinacoteca madrileña. Una exposición sumamente original que se puede ver hasta el 3 de marzo y que cuenta con otro atractivo como el documental de 20 minutos de duración realizado por Isabel Coixet, en el que se traslada al espectador al universo creativo de Guo-Qiang, y se explica el proceso de producción que ha seguido este proyecto.
El pasado 23 de octubre, el artista asiático concluyó su última obra, ‘El alquimista’, que es como se considera el propio Cai, residente en Nueva York, y que trabaja con materiales químicos con los que llega a nuevas sensaciones y resultados.
Admirador desde siempre de El Greco, Cai Guo-Qiang establece una relación con los grandes maestros de la pintura, figuras fundamentales de El Prado, como Velázquez, en una exposición que tiene la fuerza de la creación recién caliente, con la veneración por la tradición. ‘El espíritu de la pintura. Cai Guo-Qiang en el Prado’.
Se trata de una de las exposiciones temporales más atractivas y arriesgadas que podemos contemplar en el principal museo español, en una oferta que incluye también otras muestras, como la de ‘Fortuny (1838-1874)’. Considerado uno de los pintores cumbre del XIX, Mariano Fortuny ha quedado sin embargo en cierta zona de sombra en la historia del Arte, aunque muchos de sus cuadros, como ‘Viejo desnudo al sol’, de 1863, están en la retina de todos. Considerado un verdadero renovador en todos los ángulos del arte que cultivó, el Prado le dedica sus dos salas más importantes de la ampliación, con las obras que conserva en propiedad, así como cesiones temporales del Museo de Venecia, que aporta nada menos que treinta obras.
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