El Congreso de los Diputados y sus dos leones

Es una de las imágenes más repetidas en los telediarios en los últimos años. Esta gran puerta se ha convertido en todo un símbolo de la democracia y de la política en nuestro país, España.

La entrada principal del Congreso de los Diputados es retratada a diario por miles de turistas.Está marcada por la singular presencia de los dos leones que, a ambos lados de la puerta, guardan el acceso. Los dos animales representan la nobleza, la seguridad y la jerarquía con su aspecto, grande y fiero.

Se han convertido en todo un icono, un verdadero estandarte y símbolo para la ciudad de Madrid, el lugar donde se reúnen los representantes elegidos por el pueblo en votación.

Sin embargo estos dos felinos tienen varios secretos que sólo se cuentan en voz baja. Los más viejos de la capital los conocen.

Ambos fueron denominados con nombres populares. Se llaman Daoiz y Velarde, nombre de los héroes del 2 de mayo con el que se les bautizó. Sin embargo, popularmente se les pusieron dos nombres mucho menos rimbombantes: Benavides y Malospelos.

Pero el secreto más importante ha tardado en descubrirse más de 120 años. En 1985 tuvo lugar su restauración y limpieza. Al bajarlos de los pedestales, los operarios comprobaron que uno de ellos no tenía testículos. Algunos opinan que posiblemente se trate de un león y una leona, representando a ambos sexos, a pesar de que los dos lucen una frondosa caballera propia de los machos.

La otra hipótesis que se baraja es que al escultor Ponciano Ponzano se le terminase el material, el valioso bronce fundido de los cañones moros capturados en 1860, y optara por dejar sin terminar una de las esculturas por abajo, en una zona en la que pocas personas lo iban a notar.

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