El mejor arte temporal y eterno
Del 18 de febrero al 28 de mayo, el Museo Thyssen ofrece un viaje pictórico al corazón del arte centroeuropeo, dentro de la exposición ‘Obras maestras de Budapest. Del Renacimiento a las Vanguardias’. Una muestra temporal compuesta por noventa obras de escuelas como la italiana, flamenca, alemana o española que van del siglo XV al XX, incluyendo en su catálogo nombres como Durero, Da Vinci, Rubes, Velázquez, Tiepolo, Cézanne o Manet. Todo ello sin dejar de lado el toque húngaro, con varias obras de distintos artistas de aquel país. ‘El Renacimiento en el Norte’, con Durero a la cabeza, se enfrenta a ‘El Renacimiento en el Sur’, con obras de las escuelas florentina, veneciana o lombarda, donde se puede ver la escultura de un guerrero atribuida a Leonardo da Vinci.
El vitalismo de Rubens y su mejor discípulo, van Dyck, figuran en la sala dedicada al barroco en Flandes y Holanda, que da paso a la del mismo movimiento pero en Italia y España. En este caso, encontramos telas de Francisco de Zurbarán y una obra de juventud de Velázquez como es ‘El almuerzo’.
Consulta aquí la información práctica, de una exposición que tiene un precio general de 12 euros.
Eterno también, aunque la exposición sea temporal, es el arte del maestro Mateo, que se puede contemplar hasta el 24 de abril en el Museo del Prado. En colaboración con la Real Academia Gallegas de Bellas Artes y la Fundación Catedral de Santiago, esta exposición permite un acercamiento intenso y especial al objetivo de todos los peregrinos: la catedral de Santiago de Compostela. Así, se reúnen nueve esculturas de la desaparecida fachada exterior del Pórtico de la Gloria, y otras piezas que por primera salen de sus ubicaciones originales para mostrar un nuevo relato de la obra del maestro Mateo, uno de los escultores y arquitectos, que durante el siglo XII, más trabajó en la catedral de Santiago de Compostela.
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