El plan más surrealista

‘Duchamp, Magritte, Dalí, revolucionarios del siglo XX’ es la nueva exposición que acoge esta sala de exposiciones única en Madrid, el Palacio de Gaviria, cedidas por el Museo de Israel para la ocasión. Un total de 180 obras de los grandes artistas de ese movimiento de vanguardia pero que, en general, se mantuvo fiel al figurativismo, con cuotas de destreza nunca alcanzadas. Oscar Tusquets, arquitecto que fuera amigo de Dalí, es el encargado de organizar los espacios de esta exposición, y para ello ha seguido un criterio más temático que cronológico, a fin de facilitar la comprensión de los movimientos artísticos.

La exposición pivota en torno a esos tres nombres, del que Duchamp sería un surrealista sui generis, quizá más asociado al dadaísmo, famoso por su revolucionario urinario, ‘La fuente’, de 1917, valioso sobre todo por el debate crítico del arte que generó su exhibición. El español Dalí y el belga Magritte comparten el peso de la muestra, con espacio preferente, pero también el público puede disfrutar de otros grandes del surrealismo, como Ernst, Tanguy, Man Ray, Calder, Picabia, Schwitters y Höch.

Situado en la céntrica calle del Arenal, número 9, el Palacio de Gaviria bien merece una visita sólo por el encanto de su aspecto. Para información sobre entradas y horarios, se puede llamar al 91 526 60 72.

Y, como prometíamos un plan surrealista, la idea sugerida es visitar esta exposición y combinarla con al acceso posterior al vecino Monasterio de las Descalzas Reales. Con un precio general de 6 euros la entrada, se trata de un monumento perteneciente a Patrimonio Nacional fundado en 1559 por Juana de Austria, hermana de Felipe II y madre del futuro rey portugués don Sebastián. Con una visita de una hora de duración y organizada en grupos de 15 o 20 personas, supone una inmersión profunda en la vida religiosa conventual en uno de los edificios más antiguos y valiosos de Madrid. Dalí estaría orgulloso de este plan.

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