La Casa de Campo te espera
Es invierno, sí, pero quedarse en el hotel o enclaustrado en una cafetería o museo no es vida. Sal fuera. Ve a la Casa de Campo. Respira, pasea, oxigénate. Está a un paseo del centro de Madrid, a pie desde plaza de España, o metro (líneas 5 y 10, parada Casa de Campo). También puedes acceder en el entrañable teleférico de toda la vida y disfrutar de las hermosas vistas que desde ahí se contemplan.
Una manera diferente de conocer este gran pulmón madrileño es a través de esas plataformas individuales motorizadas, que se conocen como Segway. Echa un ojo a esta web y pincha en el Tour que tienen programado, que sale a 35 euros los 90 minutos. En esta otra página también encontrarás servicios Segway y varias rutas, a parte de la de Casa de Campo.
Otro gran atractivo de este extenso parque es el Zoo, que cuenta también con un acuarium que cumple ya veinte años. Disfruta de sus distintas áreas, como Continentes, los distintos animales y no te pierdas las exhibiciones y charlas que se programan. En el restaurante Kibanda, de estilo africano, podrás comer, igual que en el Bagaray y los varios quioscos de comida rápida. Entradas a partir de 16,90 euros, que conviene comprar vía on-line para que salgan más económicas.
Acércate al lago para dar un relajante paseo en barca de remos, en el paseo del Embarcadero, 8. Olvidarás por un momento que te encuentras en la ciudad más poblada de España, en un lago artificial pero completamente conseguido. Las barcas tienen un precio de 5,8 euros entre semana y 7’5 los fines de semana, por 45 minutos de uso.
Para comer, la Casa de Campo conserva cierto toque algo pasado de moda. Para una cañas con patatas fritas, si eso. Y ya fuera de Casa de Campo, Casa Mingo es un clásico, dedicado al pollo, que no defraudará. Precisamente por no ser pretencioso.
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