La Catedral de Justo, en Mejorada del Campo
El reconocimiento llega. Tarde, pero llega. Que se lo digan a don Justo Gallego que, tras tantos años dejándose la piel por construir una catedral en Mejorada del Campo, recibe la condecoración de hijo predilecto del municipio a 95 años.
Muchas personas le han conocido sólo ahora, a través de los telediarios. Sin embargo, su historia no tiene desperdicio y merece la pena ser contada, ya que es el ejemplo vivo de la entrega y el tesón.
Don Justo estuvo muy enfermo de tuberculosis y, cuando por fin se curó, como agradecimiento, decidió levantar con sus propias manos una catedral en honor a la Virgen del Pilar en el municipio madrileño en el que vivía.
La primera piedra la puso, cómo no, el 12 de octubre de 1961. Desde entonces hasta ahora, que ya han pasado la friolera de 60 años, ha estado dedicado en cuerpo y alma a esta construcción que cuenta con más de 4.700 metros cuadrados.
La obra no sigue ningún proyecto, dice don Justo que todo está en su cabeza y que es algo innato, que le sale de dentro. La mayor parte de los materiales utilizados son reciclados de obras, chatarras y similar. Él se encarga de pulirlo y buscarle un sitio.
Y, aunque don Justo no cuenta con ayuda oficial, alcanzó la fama hace unos años cuando Aquarius sacó un spot sobre su vida, en clave de “el ser humano es imprevisible”. Tras el anuncio muchas personas curiosas por saber si esto era cierto, acudían a Mejorada del Campo para visitar esta catedral tan peculiar que tiene 60 metros de altura, 28 cúpulas y 12 torreones.
Este año también el alcalde de Mejorada del Campo reconocía la catedral como Bien de Interés Cultural, habiendo logrado poner al municipio no sólo en el mapa español, sino también en el mapa internacional, ya que el MOMA de Nueva York expuso fotografías de esta gran obra.
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