La Plaza de Santa Ana y la Plaza del Ángel

Una rectangular y la otra triangular; una grande y la otra de dimensiones reducidas. Eso sí, ambas son el centro de las terrazas de Madrid.

Nos referimos hoy a las Plazas de Santa Ana y del Ángel, situadas a muy pocos metros de la Puerta del Sol de Madrid.

La Plaza de Santa Ana es un ejemplo perfecto de tranquilidad en el corazón de la urbe. Su nombre se debe a que se levanta en el lugar de un antiguo monasterio llamado convento de Santa Ana.

La plaza está adornada con dos elegantes y hermosas esculturas. Una es de Pedro Calderón de la Barca, dramaturgo y poeta del siglo XVII. Fue creada en 1878 y muestra escenas de cuatro obras de teatro de Calderón.

La segunda estatua es más actual. Se trata de un reconocimiento a Federico García Lorca, famoso dramaturgo y poeta español. Esta estatua fue erigida en 1998.

La Plaza de Santa Ana está muy cerca del Teatro Español, que es otro claro ejemplo de la arquitectura y del diseño hispano.

El Teatro Español se ha visto afectado por la mala suerte en los últimos años y ha sido reconstruido en varias ocasiones tras sufrir un grave incendio. Se reconstruyó por primera vez en 1804, y nuevamente en 1975 después de un nuevo desastre. Después tuvo que ser reparado de nuevo en 1980, con algunos añadidos nuevos en la parte exterior de la estructura.

La Plaza de Santa Ana está plagada de terrazas, bares, cafeterías y restaurantes, por lo que se ha convertido en un lugar de culto por los madrileños que la utilizan como zona de ocio, esparcimiento y para quedar con los amigos.

Su área de influencia se ha extendido hasta la contigua Plaza del Ángel, donde han proliferado también las terrazas.

Categorías: Madrid Turismo