La Vuelta al cole y Kiss and Go
Madrid se despereza soñolienta, poco a poco. Poco a poco las carreteras se vuelven a llenar de coches y poco a poco el metro se va pareciendo más a una lata de sardinas en hora punta. Es la vuelta al cole.
Una vuelta al cole que muchos estaban esperando después de haberse pasado las primeras semanas haciendo malabares entre campamentos urbanos, rurales y de todos habidos y por hacer para que los niños no estén solos ni aburridos.
El caso es que a principios de septiembre ya muchos colegios abren sus puertas, salen reportajes en los telediarios de niños ilusionados por el nuevo curso y otros no tanto porque prefieren quedarse en casa jugando a su aire, sin necesidad de madrugar o hacer cualquier otra cosa.
Y no solo en Madrid son conocidos los atascos frente a los colegios. Generalmente es en todas las ciudades, aunque en algunas donde las distancias no son tan largas, muchos desplazamientos se pueden hacer en transporte público o a pie.
Así que hay que ingeniárselas para evitar estos atascos frente a los centros educativos, donde es más difícil que los niños se bajen de forma segura y, en muchos casos, tienen que hacer casi una gynkana para llegar a la acera.
Un poco por esto nació la propuesta de Kiss and Go, una acción que busca terminar con estos atascos mientras que se fomenta la seguridad vial y la responsabilidad de los niños y niñas. Así, se han implementado apeaderos en los distintos centros que forman la red de colegios STARS (Acreditación y Reconocimiento de Desplazamientos Sostenibles para Colegios) que aboga por los caminos escolares seguros, y desde allí, los niños, tras darles un beso a sus padres, van en grupo caminando hasta el colegio acompañados de un monitor, dispuestos a vivir otro curso más.
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