Madrid, qué bien resistes

La Guerra Civil es un capítulo de la historia española que despierta mucho interés y curiosidad por los jóvenes y no tan jóvenes, que no la vivieron físicamente, pero lo hicieron a través de las anécdotas de sus padres o abuelos.

Es un capítulo que muchos piensan que no está cerrado del todo y otros que no se debe abrir nunca más. Como en cada suceso en el que existen dos bandos, ahora, a pesar de que hayan pasado ya 80 años, este gran conflicto que nunca debió ocurrir – en eso están de acuerdo ambos bandos – sigue, de alguna manera, dividiendo un poco a la población.

Con el objetivo de no olvidar y tener presente la barbarie para que no se repita más, la Sala de Bóvedas de la Casa de la Panadería, en la plaza Mayor, alberga, hasta el próximo 20 de mayo, una exposición fotográfica donde se puede comparar la Madrid de entonces con la de ahora.

A lo largo de una muestra con distintas secciones que el fotógrafo Javier Marquirie – comisario también de la exposición – resume en La Vida, El Viaje, El Cascote, La Guerra y La Sangre, se pueden ver los distintos escenarios del asedio a Madrid durante esos 850 días.

Javier Marquirie, que viene ya de una estirpe de fotógrafos, se ha encargado de realizar los montajes de fotografías de aquel triste episodio, tomándolas desde el lugar exacto y a la misma hora que se dispararon 80 años antes. Cambia la luz, cambia la ciudad y cambia la vida y su percepción.

A lo largo de esta exposición, se pueden ver distintos momentos, desde los primeros bombardeos en 1936 hasta columnas de derrotados caminando hacia prisión o al campo de concentración en 1939. Imágenes espeluznantes, mismos caminos, con distintas composiciones que nos recuerdan que algo así no debería volver a suceder nunca más.

(Foto del Diario del Ayuntamiento de Madrid)

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