Pepita Tudó, la Maja de Goya enterrada en Madrid

Se llama Pepita Tudó y además de ser una mujer enormemente bella, su fama ha pasado a la posteridad por los siglos de los siglos.

Poca gente sabe que bajo este nombre y apellido se oculta una de las musas del pintor Francisco Goya y Lucientes, concretamente la modelo que le sirvió para realizar las dos Majas: tanto la vestida como la desnuda.

Y menos gente conoce aún que los huesos de esta famosa belleza descansan en el cementerio de San Isidro en Madrid, concretamente en un descuidado nicho que se encuentra en lo alto de Galería 4 de la Sacramental de San Isidro.

La historia y las anécdotas de este personaje marcan la vida de la Villa y Corte. Aunque Josefa Petra Francisca de Paula de Tudó y Catalán, Alemany y Luesia, como es su nombre y apellidos completos, nació en la ciudad de Cádiz en 1786, sin embargo su vida se vincula con la regencia, con los poderosos.

Conoció a Manuel Godoy muy joven, aunque este político estaba casado con María Teresa de Borbón, Condesa de Chinchón.

Atraída por el poder, las riquezas y la vida de lujos, Pepita Tudó se hizo amante de Godoy y posteriormente, al fallecer en 1828 su mujer, se casó con él. Eso sí, lo tuvo que hacer en el exilio, detestada por los españoles y por el propio Rey de España que catalogaron a Godoy de traidor.

La prueba de que la mujer retratada en los cuadros de Goya es Pepita Tudó es total, según los expertos, ya que las pinturas eran propiedad del propio Godoy,

Apodada la gitana por la mayoría del pueblo español, Pepita Tudó siempre fue el escándalo en persona, una mujer comidilla para el vulgo y para las clases sociales más bajas.

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