Picasso, lo sagrado y lo profano en el Museo Thyssen

Picasso, lo sagrado y lo profano. Así se llama la muestra que ha dado su pistoletazo de salida en el Museo Thyssen – Bornesmiza de Madrid recientemente y que servirá como colofón a las actividades programadas por el 50 aniversario de la muerte del pintor malagueño.

Pablo Ruíz Picasso, cuyo famoso apellido es de origen italiano – su abuelo materno era de un pueblo de Génova – es uno de los artistas internacionales más reputados que tenemos en nuestro haber. De gran originalidad y personalidad fue precursor de muchas corrientes artísticas, la más famosa, el cubismo y nunca ha dejado indiferente a nadie.

A caballo entre su amada Barcelona y otras ciudades europeas como Madrid o París, Pablo Ruiz Picasso fue forjando una personalidad artística casi desde su primera adolescencia, ya que fue con la edad de 13 años en la que hizo su primera exposición en los tiempos en los que su familia se trasladó a vivir en La Coruña.

Tras muchos años de carrera y éxitos, Picasso falleció en 1973 dejando un legado enorme de obras, estilos, reflexiones y otras expresiones artísticas, porque él no se mostraba indiferente a la sociedad en la que vivía y participaba activamente en los movimientos de su época.

El Museo Thyssen le rinde homenaje así con esta exposición para cuya inauguración se ha contado con las palabras de su nieto. Esta muestra, que se podrá visitar hasta el 14 de enero de 2024, recoge tres décadas de la obra del artista distribuidas en tres propuestas: iconofagia, laberinto personal y ritos sagrados y profanos.

Durante la visita, en la que se puede admirar alrededor de 40 obras del artista, se puede apreciar también la influencia que ciertos pintores tuvieron en la obra de Picasso de una manera u otra, como el Greco, Rubens o, incluso, Goya.

Con esta exposición finalizan las actividades conmemorativas por la muerte del pintor que se han estado celebrando en distintas ciudades de España, pero también en Francia.

(Foto Wikimedia)

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