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Sobre moverse por Madrid, en sentido literal

Por | 17 August, 2018 | 0 comentarios

“Donde quieras, pero que sea fácil aparcar”. Esta es una de las frases que más se escucha en Madrid al quedar con alguien. Las personas que no viven en el centro suelen coger el coche para casi todo, un poco por ahorrar tiempo y, sobre todo, por comodidad.

A la comodidad se la vence cambiando el chip e intentando generar nuevos hábitos, estimulándolos de otra forma, más allá del metro o del autobús, que está visto que a los llegados a una determinada edad, si no les han conquistado, ya son usuarios perdidos.bike-path-2441777_1280

Primero llegaron las bicis, las primeras que decidieron que había alternativa al transporte público tal y como se conocía, pero aunque tuvieron un gran boom y siguen siendo utilizadas por muchos, muchos otros no las consideran del todo prácticas, dado que Madrid es una ciudad muy compleja para las dos ruedas no motorizadas, por el tráfico, la poca paciencia de los conductores y las interminables rotondas.

La bici en Madrid ha generado muchísimo debate. Actualmente parece que las cosas se han normalizado un poco, pero a más de uno se le puede escuchar increpar a un ciclista que, tímidamente, alarga la mano para que le dejen pasar.

La convivencia entre bicicletas y coches se ha convertido en una gran prueba de civismo, respeto y tolerancia. Así que su continuidad es interesante, tanto para sus usuarios por los beneficios físicos y psíquicos que reporta el hacer ejercicio diario, como para el medio ambiente por el aire contaminado que se deja de emitir.

Y esto, obviamente, redunda en toda la sociedad madrileña, en salud y en cercanía y mentalidad, inmersa en una suerte de “condenados a entenderse”.

Siguiendo la línea de aliviar el humo de la ciudad, tras BICIMAD, llegó Car 2 Go, Emov y otros pisando fuerte, cogiendo el relevo de lo que habían comenzado a hacer Respiro y Bluemove en los años anteriores, cuando la conciencia medioambiental y la economía colaborativa era sólo asunto de unos pocos, muchos llamados frikis.

El servicio de car sharing de Car 2 Go, replicado de otras grandes ciudades europeas, permite moverse en coche de un sitio a otro bajo disponibilidad, si bien, no resuelve el problema de buscar aparcamiento, quitando algunos convenios que se tienen con garajes en determinadas zonas.

¿Quizá sean las motos la solución definitiva? La realidad es que cada mes, prácticamente, surge un servicio de motosharing nuevo, el último promocionado por Acciona. Estas motos eléctricas no solo no contaminan si no que, además, ocupan mucho menos espacio en la calzada, por lo que, poco a poco, la congestión de tráfico que puede tener Madrid, se puede ir resolviendo de alguna manera si continúa esta revolución silenciosa.

Por otro lado y más de cara al usuario, son fáciles de aparcar, por lo que la frase con la que se queda con los amigos, podría, incluso, pasar a la historia de las frases célebres de la ciudad de Madrid, detrás de una app de móvil, algunas que aglutinan varias formas de moverse con estos sistemas por toda la ciudad.

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