Turismo y vino, buen maridaje

De un tiempo a esta parte, un buen puñado de bodegas ubicadas en los alrededores de Madrid abren sus puertas a los amantes del buen vino. Una excusa perfecta para una escapadita rápida que se puede coronar con una estupenda comida en las propias instalaciones vinícolas. Como en bodegas El Regajal, situadas en Aranjuez, idea para visitar después las suntuosas dependencias del Palacio Real de esta localidad del sur de Madrid. En esta página informan sobre catas y visitas a la bodega, que permite conocer al visitante los procesos de cultivo y elaboración de sus caldos. De fácil acceso, desde el centro de Madrid, en Cercanías.

Una zona vitivinícola en plena expansión es la que se encuentra al suroeste de la Comunidad, en torno a San Martín de Valdeiglesias, donde hay hasta 12 bodegas inscritas en la Denominación de Origen Vinos de Madrid: Alberto Ayuso, Miguel Santiago, Aumesquet Garrido, Comando G, Marañones… Las Moradas de San Martín es una buena apuesta en nuestro recorrido enológico, ya que ofrecen visitas y hasta cursos de poda. El visitante encontrará un paisaje privilegiado a través de las viñas, algunas de ellas centenarias, para culminar con una cata o degustación.

No te pierdas una visita a Cadalso de los Vidrios, un pueblo de la zona con mucho encanto que congrega a varias de las bodegas anteriormente y donde encontrarás restaurantes donde disfrutar de una opípara comida tradicional. Como Casa Carabias (Ronda de Madrid, 1), uno de esos locales sin página web pues se mueven por otras leyes más antiguas y quizá más útiles. Sus patatas al ali-oli tienen fama, así como sus tostas de solomillo o la de revuelto de morcilla con piñones.

Tagonius. Quédate con ese nombre porque es uno de los vinos de Madrid con más proyección. A 50 kilómetros de Madrid, ofrecen también visitas, que se pueden concertar aquí. Uvas de Syrah, Merlot o Cabernet que antaño proveían a la Corte real. Que lo disfrutes.

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