Unas Navidades diferentes

A pocas semanas de clausurar este 2020, echar la vista atrás a este año y todo lo que se ha vivido no resulta una tarea sencilla. Las imágenes que pueden venir al recuerdo y las emociones que provocan son espeluznantes, por lo que casi resulta más interesante volver a ellas solo para coger impulso y mirar al futuro con confianza.

Quizá eso también es lo que haya pensado el Ayuntamiento de la ciudad de Madrid que no ha querido faltar a su cita con las luces navideñas en el centro de la ciudad, en una suerte de la Navidad no se toca.

Si bien el primer día del encendido de luces que coincidía con el importado Black Friday desataba el estupor en las redes sociales por la cantidad de gente que parecía haberse agolpado en las calles, lo cierto es que Madrid está tímida y precavida.

Este año, como novedad, El Corte Inglés ha faltado a su cita con Cortilandia por primera vez en 45 años y la calle de su centro comercial está como triste, desangelada. Lo mismo en Callao, donde la tradicional casita que se podía visitar, no ha sido montada este año.

Por su parte, el mercadillo de la Plaza Mayor no ha querido perderse las fiestas y, aunque ha reducido el número de puestos y cuenta con un aforo bastante controlado, está ahí un año más, alrededor de las velas de luces que adornan la fachada de la plaza y el árbol gigante que no falta nunca.

En los años pasados, se incorporó al ajuar de la Navidad madrileña la gran bola de Gran Vía. Y ahí está, reproduciendo un mapping, con la música más baja de lo habitual, para no causar revuelo y festejar flojito.

Asimismo, fiel a su cita, el árbol de la Puerta del Sol, que verá cómo, por fin, el 31 de diciembre, despediremos este año, junto con un gran Belén. Eso sí, parece que este año nadie podrá tomar las uvas allí.

(Foto de Telemadrid)

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